sábado, 19 de febrero de 2011

Vigas de madera

Las vigas de madera son bellas y por ello confieren belleza a las casas que las poseen. Para ue las vigas de madera ofrezcan todo su esplendor es necesario que estén en buen estado de salud y bien mantenidas.

Cuando compramos una casa antigua, vemos todo desde una perspectiva global y a veces no vemos la profundidad de las cosas.

De todos los materiales tradicionales con los cuales se ha construido desde siempre, creo que la madera es, por excelencia, la que requiere mucha más atención y dedicación.

A pesar de los requerimientos, y como norma general, no se proporciona a la madera el mantenimiento que necesita.

Con el paso del tiempo y por múltiples factores, la madera se degrada, perdiendo sus cualidades.

Mantener la madera no es difícil, pero si trabajoso. La madera contiene microorganismos que pueden degenerar en patologías graves. Es por ello que debemos mantenerla.

Hemos de comprobar el estado de las vigas de madera. Recordemos que las vigas aguantan nuestra casa, o sea, el suelo que nosotros y nuestra familia pisamos.

Comprobaremos si existe algún tipo de gusano, carcoma o similar. Aplicaremos un mata-carcomas adecuado. Posteriormente rellenaremos los agujeros producidos por los bichos y daremos una buena lijada a toda la superficie para comprobar grietas y otras irregularidades. 

Es necesario aplicar una protección antibacteriana  el barniz del color que deseemos. Tenemos que intentar de utilizar materiales que no sean nocivos con el medio ambiente. Intentad que sean materiales con base de agua.

Si las vigas de madera están muy, muy mal, hemos de pensar en su sustitución. 

Para la sustitución de una viga de madera tenemos que tomar buenas medidas entre paredes y luego sumarle la carga. La carga de una viga es el empotramiento que necesita en la pared para que cumpla su cometido.

En una viga de madera hemos de tener en cuenta un empotramiento de entre diez y quince centímetros por cada lado. Acordaos de este detalle cuando encarguéis el material.

Una vez que tengamos la viga en casa, se tiene que apuntalas la parte que esa viga aguanta. Poned un tablón en el techo junto a la viga a sustituir y por cada lado de esta. Los puntales cada 60 ó 70 cm, clavados para que no se muevan. Si el techo está en pendiente, tenéis que poner unas cuñas clavadas entre el puntal y el tablón del techo. Acostumbraos a clavar todo cuando apuntaléis. A veces se mueve un puntal y este cae golpeando lo que encuentra a su paso.

Cuando estéis seguros que está bien apuntalado es el momento de descarnar la viga a sustituir en sus apoyos librándola de su anclaje. Recordar que debéis picar más en un lado para poder sacar la viga antigua y colocar la nueva.

Es muy importante en estos trabajos la preparación y el uso de nuestra coherencia, pues ahorraremos esfuerzos si el trabajo se asume con pulcritud. Pensad que vamos a trabajar con mucho peso y nuestra seguridad es lo primero. 

Normalmente cuesta mucho más sacar la viga antigua que colocar la nueva. Pensad siempre que para sacar la viga antigua, esta tiene que salir hacia abajo. Ayudaos de poleas y cabos, si conviene, para desmultiplicar esfuerzos.

Para colocar la nueva debéis limpiar los agujeros e introducir la longitud de los dos empotramientos en un agujero solo para posteriormente correr la viga hacia el lado contrario la longitud necesaria para repartir el total empotramiento entre los dos agujeros. Es más complicado de explicar que de realizar.

Una vez la viga en su lugar, nos ayudaremos de dos puntales, uno en cada lado, para subirla a tope con el techo y dejar apretada al mismo. Cuando hayamos hecho, calzaremos la nueva viga y será el momento de rellenar el agujero con mortero y calzas de barro o piedra, asegurándonos que todo queda bien macizo y sin poros u holguras.

Felicidades, habéis hecho uno de los trabajos más delicados en la reconstrucción de una casa antigua. Quien necesite más detalle puede pedírmelo e intentaré aclararle dudas. Sé que es difícil explicar y entender con palabras lo que con una mirada de aprende en un momento.

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