Es difícil hacerse una idea de lo que nos gustaría que fuesen aquellas cuatro piedras que tenemos delante nuestro. Hay que intentar imaginarse la estructura cuando estaba en todo su esplendor, con todas las formas y colores bien definidos.
Tenemos delante nuestro uno de los mayores retos y a la vez más gratificantes que podamos experimentar como constructores.
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