La lenta implantación y aportación de las energías renovables en las casas es consecuencia a veces del incremento de coste económico en relación a la rentabilidad que esperamos de esta infraestructura.
Pensamos en las energías renovables como un hito a alcanzar en la perfección de la escala natural para conseguir la máxima ecológica.
En el desconocimiento acerca de las energías renovables pueden suceder dos cosas; que debido al limitado presupuesto o exceso de demanda energética diseñemos mal la instalación, o que creamos que con la tecnología domestica disponible tengamos acceso a un nivel muy alto de confort. Este nivel de confort ha variado con el tiempo y la educación de la sociedad hasta el punto que ahora una temperatura de confort en casa suele rondar los 22°-24° grados centígrados cuando hace tan solo veinte años rondaba los 17°-19° grados.
Otro aspecto importante es el conocimiento de lo mínimo acerca de las placas solares:
Hay de dos tipos principalmente:
-Las que aportan agua caliente para usos sanitarios y de calefacción o placas solares térmicas.
- Las que aportan energía eléctrica o placas solares fotovoltaicas.
Dos variedades muy distintas y muy desconocidas en realidad.
Las primeras se componen en su sistema básico de un tubo por el que discurre un líquido calo-portador que por la acción del sol se calienta y transmite ese calor a un depósito acumulador para su uso posterior
Las placas solares fotovoltaicas si componen de pequeños minerales como el silicio el cual y mediante una reacción compleja produce una diferencia de potencial que nosotros aprovechamos para utilizarla como electricidad.
Cada uno de estos dos sistemas tiene un uso muy diferente y sus instalaciones pueden llegar a ser más o menos complejas según la demanda de energía que nosotros deseemos.
Cuando nos diseñan una instalación de energía renovable hemos de confiar en verdaderos profesionales que hayan estudiado a fondo el tema. Todos saben mucho del tema, pero la instalación la pagamos nosotros somos nosotros y nuestra familia quién pagará las consecuencias de un incorrecto diseño.
Otro aspecto a tener en cuenta son las necesidades que tenemos para con esa instalación. Si queremos vitrocerámica, congeladores, nevera, lavadora, equipos de sonido, halógenos por toda la casa, domótica, sensores y todo trabajando al mismo tiempo haremos lo contrario a lo que teníamos pensado hacer.
Es muy importante a la hora de diseñar la instalación, hacerlo de la manera as racional posible y por lo tanto antes hemos de meditar sobre lo estrictamente necesario o vital, lo necesario y lo demás.
Quizás debamos reeducarnos pues el ritmo de vida que la sociedad nos ha abducido a llevar ha fomentado en nuestro ser unas necesidades muy pesadas para llevarlas a una nueva vida.
Es absolutamente inviable cocinar con una vitrocerámica cuando nuestro recurso eléctrico proviene de una placa fotovoltaica.
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