Nada va a influir tanto
en la fisonomía de la casa como el lugar donde esta se va a asentar. El sitio
es, por orden de importancia, el primer asunto a analizar muy, muy detenidamente,
pues la futura casa y su integración global de ello va a depender.
La fachada de la parcela
o solar para edificar es la parte más visible, en general se da un valor
añadido que, si lo analizamos detenidamente, a veces se exagera, pues se tiende
a desear un efecto espectacular. La fachada es importante. Significa el punto
de unión visual entre nosotros, el mundo exterior y la vivienda.
La calle representa lo
social, la comunicación y lo interpersonal. Nuestra casa significa el YO interior,
nuestro lugar, nuestra familia. Debemos ser capaces de crear un nexo sutil
entre nuestro espacio interior y el exterior.
Lógicamente todo el
conjunto ha de estar adecuadamente integrado en el entorno.
Particularmente pienso
que las modas deberían de dejar de tener cabida en proyectos donde la
conjunción entre casa y entorno habría de ser natural y no producto de las
modas que, aunque cíclicas, tienden a ser pasajeras.
Una casa representa una
morada para los humanos. Estamos equivocando el concepto de morada, donde
tendemos a crear espacios cerrados a la naturaleza y a delimitarlos con
nuestras vallas y cercas para hacernos sentir nuestro más innato deseo de
poseer y nuestro falso concepto de
intimidad. Necesitamos saber que poseemos cosas y casas, cuando la verdad es
que no llegamos a poseer nunca nada, pues nada hay que podamos poseer tan fuertemente
que se arraigue a nosotros por una eternidad. De este mundo no nos llevamos
nada. No hay nada pues que sea tan importante como para cerrarlo al mundo
exterior.
Cuando hablamos de
proyectar una casa, a todas las persona nos viene a la mente la típica casa
caja de zapatos, fuertemente compactada y distribuida de tal forma que todo
tenga un orden interior.
Muchas veces no sabemos cuántas
personas van a dormir en la casa, pero ya estamos diseñando muchos dormitorios
para que todas ellas quepan dentro sin importarnos si quiera la orientación de
cada uno de los dormitorios.
A veces se diseñan las
casas teniendo en cuenta las líneas principales del solar con la línea de
fachada como punto de partida, el desnivel y orientación. Muchas veces, también
entra en escena la imagen visual de la casa que el diseñador ya se ha hecho de
antemano y atendiendo a sus propias preferencias como diseñador. Esto es,
teniendo en cuenta la moda, el número de casas que ya ha diseñado de tal o cual
forma o alguna fantasía que este tenga en su mente.
Además de aspectos como
el grado de inclinación del terreno, la orientación respecto al sol, la latitud
del lugar y los límites. Tendríamos que tener en cuenta la orografía exacta del
terreno. Muchas veces tendemos a elegir como sitio idóneo para asentar la casa
cierto plano existente entre dos pendientes o cierto lugar más sombreado o
soleado que otros sin hacer estudio del soleamiento natural de sitio en cuestión.
Hemos de dar también su
importancia a los vientos dominantes, las zonas arbóreas existentes y porque no
a las vistas que hay en el terreno.
Otro aspecto que
normalmente no se tiene en cuenta es el impacto que nuestra vivienda va a tener
en el entorno y en nosotros mismos, pues la casa es la máxima expresión de
nosotros mismos, esta es también una parte de todo el entorno y el ecosistema
del lugar.
Si deseamos que nuestra casa esté integrada adecuadamente en
el paisaje y que el impacto medioambiental que se genere sea mínimo tendremos
que estudiar minuciosamente el lugar, cada árbol, cada roca y cada especie de
vida que allí se halle. Solo de esta forma estaremos logrando la máxima que es
la construcción de una morada digna y sostenible.
Algunas veces se
utilizan proyectos ya realizados como muestra y para adaptarlos a otros futuros
sin pensar que son solo adaptaciones que no creaciones. No hay dos lugares en
la tierra que sean exactamente iguales, si esto es así, ¿Por qué esa tendencia
de copiar y pegar?
Cualquier tema
relacionado con el proyecto de una vivienda ha de realizarse de forma
individual, pues una casa solo tiene razón de ser si la situamos en el contexto
lugar-casa-ser humano
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