martes, 15 de marzo de 2011

Fotovoltáica





Es muy triste comprobar cómo, después de un suceso catastrófico, la única opción realmente coherente sale a flote.

Tienen que morir muchos seres humanos para que la humanidad se dé cuenta que en lo más superficial estamos equivocados. No es la energía en si lo que necesitamos. Es más bien el deseo de satisfacer nuestras necesidades.


¿Qué necesidades digo? Las de nuestro ego, por supuesto.
¿Vale la pena? NO, por supuesto

Estamos delante de una verdadera apocalipsis y el único argumento que se mantiene a flote es el de las energías renovables.

¿Por qué esos señores del poder, esos que tienen la varita mágica no dan un golpe maestro y dicen basta?

Ya han muerto muchos seres. Ahora es tiempo de cambiar. Es tiempo de  darnos una nueva oportunidad. Vamos a apostar en serio por las energías renovables. Pero vamos a hacerlo sin tapujos y con soporte estatal.

El inconveniente de la energía solar fotovoltaica es la limitación de la tecnología de la cual disponemos. 

No se ha dedicado el esfuerzo suficiente a desarrollar la tecnología y es por esta razón que en este preciso momento es cuestionable, en cierta medida, la rentabilidad de la inversión en cuanto la analizamos de una manera racional.

En el mejor de los casos, podremos obtener un 15% de la energía obtenida. Esto hace que una de las premisas a la hora de diseñar una instalación solar fotovoltaica sea la elaboración de una tabla de consumos lo más ajustada posible, no a las necesidades a las que estamos acostumbrados, sino a lo básico. Esto es, luz para iluminarnos en la oscuridad, electricidad para instalaciones básicas y algún capricho como ver un rato la televisión, cargar el móvil o utilizar el PC.

En el momento en que diseñemos la instalación para cubrir las necesidades a las cuales estamos acostumbrados en nuestro ritmo de vida habitual, vamos a fracasar sin remedio. Económicamente, esta instalación no será viable, a la corta o a la larga.

En cuanto diseñemos la instalación de una manera lógica y pretendamos sacarle más provecho del que realmente puede dar, también vamos a fracasar, pues tendremos una instalación precaria que no es capaz de satisfacer nuestras necesidades.

Tener una instalación de energía renovable es una cuestión de equilibrio. Este equilibrio nos lo da la naturaleza y no podemos sobrepasar la frontera de lo permitido.

Es una cuestión de conciencia. Podemos utilizar la radiación solar, pero debemos saber qué es  lo que podemos obtener y cuáles son las limitaciones. Muchas instalaciones han fracasado en el momento justo de su concepción.

En este blog, voy a ir detallando instalaciones básicas de electricidad, siempre desde una perspectiva de dar funcionalidad a instalaciones.

Voy a concentrar mi esfuerzo a plasmar instalaciones básicas para casas, sistemas para las pequeñas instalaciones rurales, tales como bombeo de agua, vallas para ganado y cosas así.
Para comprender mejor una instalación fotovoltaica y racionalizar su uso hemos de comprender cuál es la fuente en su amplio espectro.

La radiación solar proviene del sol, eso lo sabemos todos, pero lo que no se sabe a no ser que se estudie en profundidad es la cantidad de radiación de que disponemos en un área geográfica concreta.

Lógicamente, no va a ser la misma radiación en Oviedo que en Las palmas de Gran canaria, por poner un ejemplo.

El sol tiene mucho que ver, esto es obvio. A partir de ahora mirar el sol y calculad inconscientemente la cantidad de vida que nos proporciona.

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